La DESOBEDIENCIA es la negativa a iniciar o completar una orden realizada por otra persona en un plazo determinado de tiempo. Esta orden puede hacerse en el sentido de hacer algo o de de detener una determinada actividad que se está haciendo.

En la infancia la desobediencia es normal en determinadas edades. Lo que ocurre es que si no se gestiona adecuadamente por parte de los padres desde que los niños son pequeños, esta desobediencia puede perpetuarse y agravarse en el tiempo y acompañarse además, de comportamientos inadecuados, agresividad y faltas de respeto.

 

El MAL COMPORTAMIENTO suele aparecer cuando los niños o adolescentes no respetan las normas, no perciben las diferencias de roles y tienen dificultades en el autoconocimiento y en la autoregulación emocional.

A veces, estos comportamiento disruptivos pueden tener una base biológica y algún tipo de trastorno detrás. Pero en la mayoría de las ocasiones, pueden solventarse con la ayuda de un profesional de la psicología. Éste ayudará al menor y a su familia en la gestión emocional y en el aprendizaje de nuevas pautas de relación y dinámicas familiares más adecuadas y sanas.

 

Itziar Sainz-Pardo