La infancia, es la fase de desarrollo comprendida entre los 0 y los 18 años. En ella se conocen varias etapas que van desde la primera infancia, pasando por la niñez, la pubertad, hasta llegar a la adolescencia.
En la infancia, al igual que en otras etapas de la vida, se pueden dar dificultades emocionales. Sin embargo, la manifestación de estos problemas es diferente en la infancia que en la edad adulta.
El mal comportamiento, el aislamiento social, la mentira, el mal humor y enfados continuados, la desmotivación escolar, la desobediencia, la agresividad o las conductas de riesgo, son algunas de las manifestaciones más usuales que nos alertan de que el niño puede estar teniendo dificultades por sentir algo que no sabe gestionar adecuadamente.
Mi manera de ayudar a niños y adolescentes es trabajando con ellos y con sus familias.
A los padres les ayudo a entender qué es lo que le sucede a su hijo y les ofrezco herramientas que les permitan identificar cómo pueden apoyarlo según sus necesidades específicas. Con los hijos, trabajo el área en el que se estima que tienen dificultades, haciéndolo de manera individual, adaptada a su edad y nivel de desarrollo y respetando sus tiempos.
Mi objetivo terapéutico principal es siempre que el estado emocional, la autoestima y la confianza de los niños y adolescentes sean óptimos, para que les permitan crecer de manera sana y feliz.
Las dificultades emocionales más usuales que se pueden dar en la infancia, son:
A veces nuestro llanto no aparece porque seamos débiles, si no porque llevamos demasiado tiempo intentando ser fuertes.