Divorcio. Separación. Hijos
En la actualidad son muchos los niños cuyos padres están separados o divorciados. Pero no por ser mayor la cantidad de divorcios existentes, es menor la dificultad que para los hijos supone adaptarse a la nueva situación.
Ante la separación o divorcio de sus padres, especialmente si conlleva la separación física y duradera de uno de los progenitores, los niños han de realizar un duelo. Por lo tanto, debemos entenderlo, respetarlo y ayudarles a superarlo (podéis leer el post sobre Duelo AQUÍ)
La adaptación a la nueva estructura familiar y al nuevo modo de vida, será un proceso difícil. Es importante ayudar a los hijos a entender el porqué de la nueva situación y a gestionar el cúmulo de emociones que muy posiblemente se puedan amontonar de golpe en su interior (algunas muy similares a las que aparecen en el duelo por fallecimiento).
La manera en la que el niño recibe la noticia, es un factor influyente en la manera en la que después gestionará el proceso de adaptación.
Por eso, hoy me centro en esta parte y os ofrezco pautas para tener presentes a la hora de comunicarles a los hijos la separación de sus padres.
En ese momento, debemos intentar cumplir 3 objetivos:
OBJETIVO 1: DAR LA INFORMACIÓN DE MANERA ADECUADA:
- Será importante tener en cuenta la edad del niño y en base a ella, adecuar el entorno, el lenguaje a utilizar y el grado de información ofrecida a los hijos sobre los motivos de la separación. No es lo mismo comunicárselo a un niño de 3 años, de 10 o de 16.
- Elegid un momento para hablar con vuestros hijos en el que podáis estar ambos progenitores.
- Acordad antes entre vosotros cómo y quién comunicará la decisión. Respetad los turnos de palabra y evitad discusiones delante de los hijos.
- Si vuestros hijos tienen edades muy dispares y alguno de ellos ya es adolescente, podéis hablar primero con él a solas para ofrecerle una explicación más compleja o completa de la situación y de los motivos. A continuación (sin dejar pasar días) reuniros toda la familia y explicádselo al resto de los niños.
- Manteneros cerca físicamente de vuestros hijos, para poder abrazarlos o tocarlos si así lo creéis oportuno.
- No utilicéis descalificativos ni insultos.
- Aún cuando la decisión de la separación sea unilateral, hablad en plural de la decisión tomada, para evitar crear culpables de cara a vuestros hijos.
OBJETIVO 2: DESCULPABILIZAR A LOS HIJOS
- Es usual que los niños se sientan culpables por la separación de sus padres ( “siempre se peleaban por cosas mías”” yo me portaba mal y ellos se enfadaban y discutían…”). Es importante que les aclaréis que el hecho de que entre vosotros se haya terminado el enamoramiento no es culpa de nadie. Aquí podéis introducir la explicación individual de cada caso particular ( la distancia, el poco tiempo compartido por tener mucho trabajo, las diferencias en la forma de ver la vida, la falta de intereses compartidos…Lo que sea que haya pasado). Recordad evitar las palabras totalitarias, los insultos y los reproches.
OBJETIVO 3: ASEGURAR A LOS HIJOS AMOR Y CUIDADO INCONDICIONALES.
- Cuando los hijos sean pequeños, intentad explicarles la diferencia entre el amor del enamoramiento y el amor de amistad o familiar y explicadles que vosotros ahora ya no viviréis juntos porque ya no estáis enamorados, pero que seguiréis sintiendo amor de familia. En la adolescencia y pre-adolescencia, entienden ya la diferencia y pueden comprenderlo mejor.
- Dejad claro que aunque la estructura familiar cambie, la esencia del amor, el respeto y la confianza, va a continuar siempre y que siempre seréis una familia, diferente a la que habéis sido hasta ahora, pero una familia.
- Asegurad a vuestros hijos que vuestro amor y vuestra implicación como padres se mantendrán intactas, a pesar de que uno de vosotros ya no viva en casa.
- Explicadles dónde va a vivir el progenitor que se marcha de casa y cuando podrán verle. Esto les hará sentir protegidos y ayudará a evitar el posible sentimiento de abandono.
Una vez comunicada la noticia, será esencial ser pacientes y comprensivos con las diferentes reacciones de los niños. Sed conscientes de que pueden aparecer enfados, gritos, lloros, culpas, incredulidades, actitudes de indiferencia…Todo ello son formas de afrontar una realidad diferente y difícil para el niño.
Para llevar a cabo una gestión sana de todo lo que vivirán desde ese momento en el que les comunicáis que os separáis, necesitarán de vuestra parte mucho amor, comprensión y positivismo.
Este tema de cómo ayudar a los hijos a gestionar su vida una vez separados, será un tema a tratar en otro post.
Itziar Sainz-Pardo
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