Las MENTIRAS son la expresión contraria a lo que se sabe, se piensa o se cree verdadero.
Todos los niños mienten, es parte del desarrollo normal de las personas. De pequeños, hasta los seis o siete años, las mentiras, forman parte de la imaginación del pequeño y son un reflejo de su incapacidad para distinguir entre realidad y fantasía. A partir de los siete años, las mentiras tienen ya una intencionalidad clara y definida, orientada a distorsionar y falsear la realidad para obtener un beneficio o evitar un perjuicio.
Los motivos más usuales para que los niños y adolescentes mientan intencionadamente suelen ser:
- frustración por no vivir algo tal y como le gustaría hacerlo
- evitación de penalizaciones, consecuencias y castigos,
- llamadas de atención a los adultos que le rodean por sentirse poco atendido,
- temor a no poder llegar a los propósitos marcados por los adultos
- imitación de los patrones de conducta que ve a su alrededor.
Cuando el niño integra las mentiras como una forma más de solucionar sus problemas diarios y no le importa las consecuencias negativas de las mismas, es cuando se hace necesaria ayuda psicológica para desmontar ese patrón erróneo de conducta y se aprendan alternativas a la mentira.
Itziar Sainz-Pardo
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