Divorcio.Hijos. Separación. ¿Cómo adaptarnos a la nueva estructura familiar?

Hace unas semanas os planteaba el tema de cómo comunicar a vuestros hijos la decisión de separaros.  Podéis volver a leerlo AQUÍ.

Hoy os explico algunas pautas para ayudar a vuestros hijos a gestionar de manera sana la nueva situación.

Cuando la estructura de una familia cambia, es importante explicar con claridad a los niños a qué se debe tal cambio. Como vimos en el anterior post, la explicación será más o menos detallada en función de la edad de vuestros hijos. Una vez entendido el porqué, debemos ayudar a nuestros hijos a adaptarse a la nueva situación.

Para ello, será importante tener muy presentes los siguientes 8 puntos, que son muy obvios, pero que a menudo en esas circunstancias pueden olvidarse:

 

  • Cuando se decide terminar con una relación sentimental, a veces puede pasar que para las personas implicadas sea difícil focalizar la atención en algo más que en su ruptura de pareja. Por supuesto, los adultos que se separan deben pasar su duelo. Pero en el caso de existir hijos, será muy importante que en esos momentos se piense también en la ex pareja como madre o padre de los hijos. Así será más fácil que haya hueco para el diálogo y la negociación, por el bien de la familia. A veces, lo que no haríamos por una ex pareja, sí lo hacemos por quien siempre será la madre o el padre de nuestros hijos.

 

  • Cuando las rupturas son unilaterales, una de las partes se queda especialmente afectada por tener que asumir una decisión con la que no se está de acuerdo. En estos casos, las separaciones pueden ser más difíciles de llevar a cabo de manera amistosa y aquí pueden nacer conflictos entre los adultos. Será muy importante mantener a los hijos al margen de las diferencias que vayan surgiendo y no culpabilizar delante suyo a la ex pareja por el sufrimiento causado. Esto es especialmente complicado de gestionar por la parte que no quiere separase, ya que objetivamente verá a la otra persona como culpable de su sufrimiento y el de sus hijos.

 

  • Será importante que desde el principio los niños estén en contacto (en persona, teléfono, skype, wassap…) con la mayor frecuencia posible con ambos progenitores. Esto hará que sea más difícil que surja en los niños sentimientos de miedo a la pérdida permanente o de miedo al abandono.

 

  • Aunque a veces sea complicado, será muy importante que los progenitores mantengan un contacto asiduo entre sí para hablar de todo lo relacionado con sus hijos. Que ambos intenten llevar la misma línea educativa, estableciendo pautas y normas similares. esto ayudará a los niños a no vivir de manera ansiógena el día a día en casa de mamá o de papá, por tener que recordar qué pueden o no pueden hacer en cada una de ellas. Además, que los niños vean que el progenitor que ya no vive con ellos, forma parte de su día a día, será una estupenda manera de ayudarles a sentirse queridos y seguros. Además será positivo para gestionar mejor ese duelo por el cambio en la estructura familiar hasta entonces conocida por ellos.

 

  • Intentar que se produzcan los menos cambios posibles en la rutina de los hijos. Esto ayudará a que sientan que la estructura familiar cambia, pero que esto no tiene porqué significar un vuelco a su vida. En general, los cambios de rutinas, que suelen ser estresores para los niños. En la medida de lo posible es recomendable hacerlos paulatinamente.

 

  • Todos sabemos que una de las premisas que los padres divorciados deben de tener muy presente en su nueva vida es no criticar o hablar mal del otro progenitor a los hijos. Pero esto no significa sólo no insultar. A veces, comentarios sobre la manera de actuar del otro o sobre las razones por las que hace las cosas de una u otra manera, pueden crear sentimientos encontrados en los hijos. Recordad que los hijos quieren a ambos progenitores y no es agradable escuchar cómo se opina negativamente (sin que haga falta que existan insultos) sobre alguna de las partes.

 

  • La comunicación con los hijos es siempre esencial. Pero cobra suma importancia cuando se producen situaciones difíciles en su vida. Ambos progenitores deben permanecer cerca de ellos a nivel emocional. Que los hijos les noten receptivos para hablar, para preguntar las miles de cuestiones que les pueden venir a la cabeza  y para ayudarles a entender esas emociones contradictorias que les pueden hacer sentir confusos. Ejemplo: «estoy triste porque no está papá y también me siento enfadada con mamá por permitir que se vaya. Me alegro de pasar el fin de semana con papá, pero estoy triste porque me apetece estar también con mamá
  • Tal y como hablamos en el post del duelo ___ ,cuando los niños han de adaptarse a nuevas situaciones y estracturas familiares, puede que sus comportamientos cambien o empeoren. Estos cambios se producen fruto de su malestar. Será importante entender y saber gestionar de manera eficiente y respetuosa las situaciones conflictivas a las que haya que enfrentarse. Intentar conocer el porqué de esos comportamientos y abrir una puerta al dialogo. Esto ayudará a que los niños vean que sus padres entienden cómo se sienten y facilitará una gestión sana de sus emociones ( que como explicaba en el punto anterior, muchas veces serán contradictorias y les creará confusión). Si ante los comportamientos disruptivos sólo castigamos, reñimos o penalizamos, más allá de no solucionarlo, estaremos añadiendo malestar al niño.

 

En el primer punto os hablaba de la importancia de poner el foco de atención en la familia y no sólo en la pareja, esto será la base motivadora que ayudará a que sea posible llevar a cabo el resto de los puntos explicados de una manera efectiva.

La persona de la que hemos dejado de estar enamorados o que nos ha fallado como pareja sentimental, no tiene porqué ser de repente un enemigo. Muy seguramente tendrá las mismas virtudes que antes y eso será importante que lo respetemos y valoremos. El dejar de ser la pareja adecuada, no tiene porqué significar dejar de ser también la madre o el padre adecuado para los hijos.

Si se entiende esto, y haciendo un gran esfuerzo por pensar en primer lugar en el bienestar de los niños, la separación de una pareja no tiene porqué ser un episodio traumático para sus hijos. Será una vivencia difícil y que conllevará adaptación y aprendizajes nuevos, pero si los padres lo gestionan bien, sus hijos pueden tener una infancia feliz y sana, por supuesto que sí.

 

Itziar Sainz-Pardo